Valencia



Saturday, May 15, 2010

Odio el Mar


Odio el Mar

Odio el mar, sólo hermoso cuando gime
Del barco domador bajo la hendente
Quilla, y como fantástico demonio,
De un manto negro colosal tapado,
Encórvase a los vientos de la noche
Ante el sublime vencedor ¿que pasa?
Y a la luz de los astros, encerrada
En globos de cristales, sobre el puente
¿Vuelve un hombre impasible la hoja a un libro?

Odio el mar: vasto y llano, igual y frío
No cual la selva hojosa echa sus ramas
Como sus brazos, a apretar al triste
Que herido viene de los hombres duros
Y del bien de la vida desconfía;
No cual honrado luchador, en suelo
Firme y pecho seguro, al hombre aguarda
Sino en traidora arena y movediza,
Cual serpiente letal. ¿También los mares?
El sol también, también Naturaleza
Para mover al hombre a las virtudes,
Franca ha de ser, y ha de vivir honrada.
Sin palmeras, sin flores, me parece
Siempre una tenebrosa alma desierta.

Que yo voy muerto, es claro: a nadie importa
Y ni siquiera a mí: pero por bella,
Ígnea, varia, inmortal, amo la vida.

Lo que me duele no es vivir: me duele
Vivir sin hacer bien. Mis penas amo,
Mis penas, mis escudos de nobleza.
No a la próvida vida haré culpable
De mi propio infortunio, ni el ajeno
Goce envenenaré con mis dolores.
Buena es la tierra, la existencia es santa.
Y en el mismo dolor, razones nuevas
Se hallan para vivir, y goce sumo,
Claro como una aurora y penetrante.
Mueran de un tiempo y de una vez los necios
Que porque el llanto de sus ojos surge
Más grande y más hermoso que los mares.

Odio el mar, muerto enorme, triste muerto
De torpes y glotonas criaturas
Odiosas habitado: se parecen
A los ojos del pez que de harto expira
Los del gañán de amor que en brazos tiembla
¿De la horrible mujer libidinosa?
Vilo, y lo dije: ¿algunos son cobardes?
Y lo que ven y lo que sienten callan:
Yo no: si hallo un infame al paso mío,
Dígole en lengua clara: ahí va un infame,
Y no, como hace el mar, escondo el pecho.
Ni mi sagrado verso nimio guardo
Para tejer rosarios a las damas
Y máscaras de honor a los ladrones:
Odio el mar, que sin cólera soporta
Sobre su lomo complaciente, el buque
Que entre música y flor trae a un tirano

José Martí
foto: Google Earth

6 comments:

Jayja para tí... said...

Ay!!! Martí...que os diría...odio todo esto que has odiado, la maldad, la falta de verso, la falta de alma...y para más mal me arrepiento de odiarlos...


Un beso Chuta, no abandones tu hermoso blog...nunca!!!!

La Gata Coqueta said...

Ha llegado otro fin de semana y con desmedida emoción paso a felicitarte.
Para que lo pases donde te resulte más agradable un buen descanso, después de una semana un tanto densa por los consabidos compromisos laborales ya habituales.

Un beso te dejo en el aire en compañía de un adiós.

De esta siempre tuya...

María del Carmen

beker said...

El gran Martí en toda su esencia, recogiendo tantas sensaciones que van en la rueda de la vida... Un gran abrazo

La Gata Coqueta said...

Hoy mi visita es más bien para decirte que voy estar ausente unos días debido a un viaje que tengo que hacer, no teniendo el gusto de pasar a visitarte hasta la semana del siete de junio en adelante, que me acercaré a dejarte mis huellas felinas a mi regreso, para que sepas que estoy de nuevo tu lado.

Y por el mismo motivo esta semana ya me es impensable despedirte el tan codiciado fin de semana, haciendo presente desde aquí y en este momento.

Estaré sin saber de ti unos cuantos días pero quiero que sepas que te llevo en mi corazón, con deseos de un pronto regreso para encontrarme de nuevo con tus letras la esencia que atesora tu presencia.

Disculpame y no me olvides.

Esta que siempre te ha apreciado.

María del Carmen

Anonymous said...

Una poesía de gran exuberancia, muy fuerte y dominadora.
El mar habla constantemente, sus aguas son nuestros mayores tesoros.



Gracias.

Belkis said...

Hermosísimo poema de un gran poeta que le cantó a todo lo verdadero. Gracias por traerlo Chuta.
Un abrazo muy grande para ti